No hemos perdido la esperanza, pero hace ya tiempo que perdimos la inocencia.
Que el Parque Natural de Cabo de Gata- Níjar es uno de los últimos rincones vírgenes del Mediterráneo es algo que no tiene discusión. Que es una Reserva de la Biosfera, entre otras muchas cosas tampoco. Igual de evidente es que todo el mundo quiere apropiarse un poquito de este espacio único para su beneficio propio, ya sea económico o político. También es cierto que algunos habitantes y visitantes, anteponen su comodidad o intereses propios ante la protección de lugares emblemáticos del Parque que, para su conservación, tienen limitaciones de acceso rodado durante sesenta días al año, limitaciones y actuaciones mejorables, por supuesto, pero imprescindibles.
Las personas enamoradas de esta particular naturaleza, entre las que se incluyen habitantes de todas las edades, empresarios locales, veraneantes, turistas y trabajadores que tienen en este espacio su segunda vivienda, estamos acostumbrados a desconfiar de las declaraciones que se hacen, periódicamente sobre temas como “construcciones ilegales, conservación de bienes de interés cultural, servicios mínimos de limpieza del Parque…” y vemos como al Parque se le intenta cercar o asfixiar, por tierra y por mar, si tener nunca en cuenta su frágil naturaleza. Por eso cuando sale en las noticias el tristemente destrozado y ya famoso rincón de la Playa del Algarrobico desconfiamos y, a menudo, callamos. Nos habíamos propuesto no hablar nunca más de el tristemente famoso y conocido ya como “hotel del Algarrobico”, ya que tristemente se ha convertido en un icono que a menudo se identifica más con el Parque que los flamencos, los palmitos o el propio Cortijo del Fraile, pero eso no quiere decir que no sigamos día a día los ríos de tinta que esta aberración medioambiental, urbanística y económica provoca. Hoy leemos las declaraciones de Rosa Aguilar, Ministra de Medio Ambiente, en 20 minutos, pero nos quedamos con las declaraciones de Salvemos Mojacar a Europa Press : «Exigimos un plan de actuación concreto y creíble que retome la expropiación que el Ministerio abandonó hace años» . Los enamorados del Parque Natural de Cabo de Gata Níjar no hemos perdido la esperanza, pero hace ya tiempo que perdimos la inocencia.
